Una marca actual tiene que ser más que un logo, ha de vivir y respirar un mundo propio. Hey! Idiomes me dio la oportunidad de trabajar el proyecto desde cero: desde el naming a la estrategia comercial, la estrategia de marca, la identidad corporativa, el tono de comunicación y todo el entorno gráfico.
Trabajamos mano a mano con el cliente partiendo de una premisa muy concreta: Aprender un idioma es algo divertido e intuitivo. La mejor manera de hacerlo es vivirlo en el día a día. El tono de la comunicación exigía modernidad, cercanía y desenfadado, sin perder de vista la calidad y profesionalidad del centro. Uno de los objetivos fue también diferenciarlo de otros centros con una oferta similar en el barrio de Sants de Barcelona.